El pasado 22 de Febrero unos antiguos alumnos y alumnas de Educación Infantil vinieron a darnos una charla sobre como introducir la robótica en un aula de Infantil. La empresa para la que trabajan es Habilitas Educación que propone utilizar la robótica educativa como un medio y no como un fin.
Desgraciadamente, no pude estar ya que me puse enferma pero ya conocía con anterioridad esta práctica por lo que mi entrada se centrará más en mi opinión más que lo realizado en clase.
La primera vez que escuché hablar de robótica para niños pensé que era algo muy complicado para ellos/as incluso para mí. Además, me sonaba muy lejano como para poderlo poner en la actualidad educativa. Hasta que un día a mi hermano le dijeron en clase de Bachillerato en la asignatura de Tic que tendría que intentar programar y realizar un tablero de un Bee-bot para Educación Infantil. Yo, en ese momento acababa de entrar en la carrera y no conocía ese sistema. Me llamó tanto la atención que me informé sobre esto y le ayudé a mi hermano con la tarea.
Después de mis lecturas y búsquedas por Internet, me llevé una gran sorpresa ya que era más sencillo de lo que yo creía y se podía aplicar fácilmente a niños y niñas de 3 a 6 años.
Para las personas que no conozcan esta herramienta un Bee-bot es un robot educativo con forma de abeja muy sencillo de programar. Los niños y las niñas tendrán que pensar previamente el recorrido que quieran realizar y después programarlo utilizando los botones. Al final descubrirán si el recorrido que habían pensado ha sido correcto.
Con este robot, el alumnado puede aprender mediante un aprendizaje significativo basado en el juego los conceptos básicos espaciales como: el lenguaje direccional, la lateralidad... y a su vez favorecer el pensamiento espacial. Además, si el juego lo planteamos de tal manera que haya que trabajar en equipo favorecerá la escucha y la cooperación entre todos los niños/as de clase.
Rescatando una de las imágenes del taller que realizaron mis compañeros/as, observé que para niños/as de tan temprana edad podría ser muy complicado ya que el tablero posee muchas casillas y contiene muchos obstáculos.
Sin embargo, esta práctica podría ser factible si lo adaptamos a la edad en la que queramos plantearlo. Es muy fácil recrear un tablero más sencillo y tener un poco de creatividad para que los niños/as se interesen por el juego.
Para concluir, pienso que esta herramienta se podría llevar a cabo en cualquier colegio y no solo Educación Infantil sino que podría aumentarse la franja de edad. Al ser algo diferente e innovador los niños y niñas pondrán más atención y aprenderán jugando.
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