En esta entrada reflexionaré sobre el capítulo 4 del libro "Maestras de Educación Infantil: Identidad y cambio educativo".
En este capítulo se aborda el tema de la construcción de la identidad docente desde la mirada del género. Mediante varias intervenciones de maestros y maestras se visibiliza lo que supone para cada género llevar a cabo su trabajo. Partimos que la presencia femenina en Educación Infantil es mayoritaria, por ello, en este apartado del libro se analizan datos y diferentes opiniones que nos lleva a unas conclusiones sobre esta cuestión.
Aunque en este episodio del libro se narran diversos temas, me gustaría centrarme específicamente en que se espera de un maestro o de una maestra desde la cuestión de género.
En líneas generales los docentes y las docentes están continuamente presionados, observados y cuestionados por la sospecha de no hacer bien su trabajo. Hasta tal punto, que en muchas escuelas infantiles se están instalando cámaras para ver en todo momento lo que se realiza en clase. Mi pregunta es sencilla ¿es para ver a tu hijo/a? o ¿es para ver cómo le tratan?. Considero, que lo indispensable para una buen desarrollo del niño/a es una relación de confianza entre familia-escuela y con estos dispositivos ¿que generamos? ¿confianza o desconfianza? cada cual que de su respuesta.
Con lo anterior quiero decir, que si ya la profesión está siempre cuestionada imaginaros cuando entran "intrusos" como el género masculino a ejercerla. Es una profesión tan feminizada que cualquier persona juzga inconscientemente. Como vimos en la película "La caza" cualquier gesto de cariño si es de un hombre hacia un niño/a lo cogemos con doble rasero, es decir, es cuestionado.
Para que esto no siga sucediendo deberíamos de normalizar la presencia de este género en este ámbito. Por un lado, la sociedad debería verlo como una oportunidad enriquecedora y no cómo un problema. Por otro lado, si los niños/as desde pequeños/as observaran a maestros conseguiríamos eliminar prejuicios en un futuro.
"LA ENSEÑANZA NO SÓLO ESTÁ EN LO QUE SE DICE, TAMBIÉN ENSEÑAMOS DESDE AQUELLO QUE NO SE DICE"
Las maestras también están limitadas puesto que la sociedad espera de ellas que su función en la escuela sea de cuidadora; es una barrera que hay que eliminar porque a parte de eso son profesionales que plantean el desarrollo intelectual, psicomotriz... del niño o la niña.
En el texto varios maestros/as mencionan que todo va ligado al prestigio de la profesión con los cuales estoy totalmente de acuerdo. He tenido que escuchar desde "sólo quitáis mocos" hasta que en la carrera "sólo pintáis macarrones" (macarrones que por cierto, aún no he visto). Creo que hay mucha ignorancia tanto de la profesión como de los estudios que se realizan para llegar a ella.
¿Y todo eso debido a que? pues desgraciadamente pienso que tiene que ver con el género, si esta profesión estaría ejercida por hombres el prestigio sería diferente. Me alegro que cada vez más hombres se unan a esta profesión pero me paro a pensar que si en un futuro este oficio tendrá más influencia gracias a que los hombres la desempeñan.
En una entrada que realicé anteriormente llamada ¿qué significa ser docente siendo mujer u hombre? profundizo más sobre la presencia del género masculino en las aulas de Educación Infantil
REFERENCIAS:
Maestras de Educación Infantil: Identidad y cambio educativo. Universidad del País Vasco, 2015; 978-84-9082-136-7
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